




Mamita tierra:
Desde lo profundo de tus raíces,
vuelvo.
Que no olviden mis pies
la sabiduría de tu tiempo sagrado,
que no olvide mi corazón
el silencio profundo de la araucaria,
que no abandone mi alma
el espejo de paz sobre las aguas.
Mamita tierra,
vuelvo...
de un lugar que nunca mi espíritu ha abandonado.