
Me alucina caminar por la noche de esta ciudad. Andar por las sombras y el vacío de las calles, sin intrusear nada en la cartera de la mente. Sólo caminar, caminar, caminar para volver a la horizontalidad de mi centro.
Con toda la fuerza de la tierra...desde el crepitar de la ciudad.
En esta parte del planeta todo es verde, los sueños son hermanos de los árboles milenarios. La lluvia se resbala por las tejas, como un niño descalzo en el cerro.
Mordiendo un trozo de luna, al borde de la noche, está el bosque en silencio. No lo despiertes…sus sueños son tus sueños.
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