11.7.06

Solinterno

Mi cuerpo camina
solo y aletargado por el silbido de la ciudad.
Caminan o andan mis versos,
penando en la miel del deseo.
Y mi alma vuela libre
por la costa, los boques, el desierto,
se libera del antiguo y oxidado peso,
cansado tac de mi viejo argumento.

Mi cuerpo camina.
Mi corazón aún reposa solo
sobre el vientre de la tierra,
palpita sin sal en los dedos
sin lágrimas de desolación o recuerdo.
Respira,
lo arrulla el canto sabio de los ancestros,
y la vibración del amor universal
lo ilumina
diluyendo sufrimientos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El Sol de tu corazòn resplandece con una maravillosa Luz. Tus palabras estàs llenas de matices multicolores.
Tu poesia es un arcoiris de color.